¿Cuántas veces hemos afirmado que la mujer es envidiosa por naturaleza? Como si tuviéramos algún tipo de gen que hace que la envidia forme parte de la mujer de manera innata.

La envidia

Como muchos sabéis, la envidia es aquella emoción que hacemos ver que no existe. Nos avergüenza sentirla y vivirla y en múltiples ocasiones, afirmamos que no somos envidiosos, que lo que tiene el prójimo se lo merece y no tenemos el sentimiento de “deseo”. ¿Podríamos decir que la envidia va de la mano de la mentira?

La envidia es una emoción negativa para quien la siente. Sus conductas y pensamientos lo torturan y en muchas ocasiones, lo convierte en una persona despreciable (importante puntualizar que hablamos de la envidia no sana, la patológica, la que hace daño a la gente del entorno). No es capaz de ocultarlo (a pesar que lo niegue) y a cada paso que da, más evidente es su malestar, su rencor y su odio generado hacia los demás.

Podríamos pensar en psicología, que la envidia en extremos más graves, roza lo patológico y puede desencadenar en un trastorno neurótico, pero como la envidia es silenciosa para ellos, no lo afirman y por lo tanto, no lo reconocen… es compleja de tratar. El problema de esta emoción es que la envidia suele venir acompañada de muchos trastornos psicológicos y en concreto, de la personalidad como puede ser la falta de autoestima (muy común).

La expresión de la envidia

Su expresión es variada, desde ofensas, críticas, rechazo, difamación, rivalidad, dominación, venganzas y llegando a la agresión. Actos dañinos que perjudican tanto a la persona que sufre de envidia como de las personas de su entorno (generalmente las envidiadas).

La envidia y la mujer

Afirmamos que la mujer es envidiosa por naturaleza y al mismo tiempo, muy dañina. En cierto modo se tiene razón, pues la envidia en la mujer suele expresarse mucho más fácilmente que en los hombres. Esto no quiere decir que el hombre no lo sea, pues efectivamente, lo es pero en el caso de la mujer suele ser más evidente y suele llevarle a ser clasificadas como “mujeres malas” o “esto solo pasa entre mujeres”.

La mujer suele experimentar envidia por la belleza, la moda, por lo que su “enemiga” tiene y ella “carece”. En cambio, el hombre suele darse más en la competitividad.
Aunque se suele hablar de esa diferenciación, cada vez es más frecuente que se dé la envidia entre las mujeres cuando el entorno es competitivo. Por lo tanto, la envidia se da tanto en hombre como en mujeres. Ahora bien, tal y como podemos imaginar, la envidia en mujeres viene precedido por una baja autoestima haciendo que las relaciones entre “envidiosa” y “víctima” se convierta en tóxica.

El mito de la envidia entre las mujeres puede ser puesto en cuestión, ya que la envidia se fomenta y se crea desde la infancia. Podríamos pensar que la razón de esa baja autoestima es la no enseñanza desde pequeños que no todo lo podemos tener. Pero… ¿Por qué afirmamos que la envidia es innata entre las mujeres? Podríamos hablar de una cuestión de falta de control o un hábito adquirido. Por ello, la mujer expresa más ese sentimiento negativo que el hombre.

Sea lo que sea, la envidia es dañina, produce malestar para quien la vive y para quien recibe de esa persona. Si aprendiéramos a aceptar que no todo lo podemos tener y que lo que tiene la persona de al lado debe de ser indiferente para nuestras motivaciones, viviríamos sin lugar a dudas, más felices.

Imagen: http://mujeresdelsiglo21.com/varias/envidia-y-mujeres-4-combinaciones-peligrosas/

3 Respuestas para La envidia entre las mujeres

Bitacoras.com | 24 marzo, 2013 | 11:31

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Sandra | 24 marzo, 2013 | 20:50

Una vez escuché a una mujer (famosa pero no recuerdo quién) decir, «el día que transformé mi envidia en admiración, empecé a ser feliz». Me pareció uno de los mejores consejos del mundo 🙂

Respuesta de sarall | 25 marzo, 2013 | 8:56

Un consejo inteligente!

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