¿Qué le está pasando a nuestra sociedad? Si las Navidades para muchas personas resultan pesadas, comprometedoras y largas, ahora añadimos el dispositivo móvil, esa herramienta que nos aleja de las relaciones humanas.

La Navidad y el móvil

1366_2000Ogilvy Beijing creó una campaña publicitaria entorno a los móviles y las relaciones familiares y he considerado oportuno recoger una imagen de dicha campaña para ilustrar esta entrada.

Llegan las comidas y cenas navideñas con nuestros seres queridos. Nos reunimos para compartir experiencias, inquietudes, alegrías y en ocasiones, penas. Reímos, gritamos, lloramos de alegría o de pena, discutimos o nos resentimos a los comentarios del cuñado gracioso. O… ¿Eso es lo que hacíamos anteriormente?

Ahora nos reunimos pero no solamente nosotros, también nuestro apéndice llamado teléfono móvil de última generación o también conocido por los ilustres de las tecnologías: Smartphone. Lo dejamos encima de la mesa por si alguien nos quiere decir algo. Lo dejamos cerca por si en algún momento sale un tema espeluznante y nos queremos librar de ello mientras navegamos por internet, subiendo y bajando pantallas. Lo dejamos cerca por si alguien del trabajo nos reclama. Lo dejamos a la vista para que todo el mundo sea capaz de ver que hemos invertido 700€ en un móvil que es muy chulo pero que nos asfixia económicamente a final de mes. Sea el motivo que sea, ahí está nuestro apéndice, nuestro teléfono móvil, nuestro Smartphone.

Las relaciones  humanas mueren

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Ya no tenemos nada que discutir con nuestro cuñado pues nuestro móvil nos salva. Ya no tenemos que prestar atención a los más pequeños de la casa porque ellos están también con sus móviles y algunos de ellos (demasiados) con la Tablet (si lo padres fueran conscientes del daño que hacen a sus hijos… aunque quizás lo son pero les da igual, el asunto es estar tranquilos y que se “entretengan”). Ya no es necesario decirle a nuestra madre o suegra que la comida o cena está deliciosa, con twittearlo, ponerlo en el muro de nuestro Facebook o subir una fotografía a Instagram ya demostramos al mundo lo bien que cocina nuestra madre/suegra aunque ella sea desconocedora de esa información, a pesar de haber estado horas delante de los fogones.

Las relaciones humanas mueren, lentamente pero mueren. Ahora nos gusta mucho los selfies de nosotros mismos, todos felices, contentos y nuestros apéndices en la mano. Sonreímos en esas fotografías que subiremos en las distintas redes sociales y seremos los más felices de todos nuestros amigos.  Pero quizás estamos dejando escapar algo fundamental: quizás algún miembro de nuestra familia se encuentra en un momento triste, quizás algún miembro quiere expresar felicidad por sus logros, quizás algún miembro quiere contar una anécdota vivida… o quizás…

Sea lo que sea, ya no hablamos. Si hablamos lo hacemos de las aplicaciones móviles que hemos bajado. Si lo hacemos lo hacemos con los ojos pegados a los móviles, perdón, Smartphone.

Estadísticas

Aunque es un artículo generalista, es asumible que no todas las familias tienen estos patrones conductuales. Muchas familias saben el daño que hacen los móviles en la familia, cómo las relaciones van dejando de existir y al final, mueren. A pesar de ello, hay un número elevadísimo por no hablar de una gran mayoría de familias que siguen con su querido Smartphone como protagonistas de sus relaciones humanas.

En el barómetro de marzo del 2015 del CIS ya nos estaban dando señales de aviso:

  • Un 47,2% de los españoles afirma que el móvil es el aparato tecnológico que más ha cambiado la vida cotidiana de las familias.
  • En los últimos seis meses ha aumentado los porcentajes de aquellas personas que consideran o creen que los conflictos familiares han aumentado a consecuencia de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), del 51,5% frente al 39,1%.

Hay un sinfín de estudios que demuestran cómo las relaciones humanas, cómo la comunicación entre los diferentes miembros de la familia se va perdiendo a consecuencia de los teléfonos móviles.

Los seres humanos somos sociables por naturaleza pero nos estamos obligando a no serlo. ¿Qué trastornos mentales nos deberemos de hacer frente los psicólogos y psiquiatras en los próximos años? Aumento de depresión, intentos de suicidio, ansiedad, delirios…

Imponer normas en casa

No sé vosotros pero en mi hogar ya hemos pactado una nueva norma: Prohibidos los Smartphone al entrar a nuestra casa. Si la familia o amigos quieren tener una agradable comida o cena, los Smartphone deberán estar guardados y no verán la luz hasta salir de nuestro hogar.

¿Deberían todas las personas tener esta nueva norma?  

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