No soy dada a escribir entradas en mi blog sobre temas personales, pero estoy en un momento de mi vida que considero que la expresión de mis sentimientos debe de hacerse sin miedo a lo que dirán, a lo que pensarán y mucho menos a lo que harán. 

Hace 3 semanas, mi marido y yo estamos viviendo un proceso complicado, complicado porque no estábamos preparados. Sentimos que nos han robado lo bien que nos iba la vida y los sueños futuros que esperábamos cumplir. Todo eso ha parado de manera momentáneamente, porque tanto él como yo, sabemos que las cosas volverán y se volverá a recuperar los sueños y las esperanzas.
De todo este proceso, lo que me duele es que siento que hago daño. Que si yo no consigo superarlo ya, mi familia y mi marido sufrirán, por los sentimientos que me invaden y por la decepción que estoy viviendo. Se que no soy culpable, se que esto ha venido sin más  y que es un bache más en nuestra vida, un bache más que nos pone a prueba…

Siento dolor, decepción e incluso miedo. Siento volver a repetir la experiencia pero al mismo tiempo, siento que el día que vea ese deseo tan ansiado, los fantasmas desaparecerán.

Valoro el presente y al mismo tiempo, el futuro. Lo debo de valorar porque mi forma de ver la vida ha cambiado. He perdido el tiempo con gente que no merece la más mínima pena, que sus vidas actualmente me son carentes de interés y que han demostrado que su buena educación, haciendo las cosas por compromiso y no por corazón, es merecedora de una moneda de cambio: no compartir mi tiempo y mi vida con esas personas.

Siempre hemos estado ahí, tanto mi marido como yo, jamás hemos fallado y siempre hemos sido los primeros en ofrecer nuestro hombro, sea las circunstancias que sean, pero lamentablemente, no nos ha ocurrido eso. No entiendo, ni comprendo por más que lo intento, porqué no están a mi lado, porqué se escudan que lo mejor que me puede pasar es que esto lo debo de llevar yo sola, que si estoy triste no sirve de nada las palabras y que si me duele lo vivido, la soledad es mi mejor amiga. No comprendo quien es capaz de afirmar lo que es bueno para mí ni lo que necesito y ansío.

Cuando me dicen que debería de superar esto ya solo por la base de psicología que tengo, me pregunto en qué momento de mi vida vendí mi alma. ¿Porqué la gente no es capaz de afrontar las cosas? ¿Porqué se es cobarde? ¿Porqué se hace perder el tiempo a las personas?

He decidido cambiar mi vida, mis círculos y mis objetivos. He decidido librarme de esa carga que me hace perder mis pensamientos en absurdas relaciones. He decidido limpiar mi vida de escombros, de problemas ajenos y de circunstancias que no aportan absolutamente nada.

Se que mucha gente se está dando por aludida… y se que la pelota que han dejado que se forme, se quedará con esas personas. No pienso ofrecer más mi tiempo en esas personas porque lo que ha ocurrido no ha sido una mera molestia pasajera. Hemos perdido algo que jamás sentirán otras personas. Hemos perdido algo que muchas personas no rozará ni con las yemas de sus dedos. Hemos perdido una pequeña batalla, pero confío que esta pequeña batalla, es una prueba más de nuestra capacidad como pareja que somos. Siento que debo de demostrar que nada ni nadie nos destruirá, que ningún problema por muy grave que sea, hará temblar los cimientos de esta relación. Siento que lo que yo tengo, jamás lo tendréis. 

Nuestra vida está llena de cosas buenas, preciosa y gozamos de una relación llena de complicidad, amor, sentimientos y seguirá así, sin compartir nuestras alegrías ni nuestras penas, pues tal como he dicho: no sois merecedores de ello.

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3 Respuestas para Mostrar los sentimientos, abrirse al mundo

Respuesta de sarall | 16 octubre, 2012 | 10:05

Realizando pruebas

René | 7 noviembre, 2012 | 9:04

Estimada Sara:
Buscando el significado, o mejor, el mas apropiado método para enfrentar un trabajo de investigación sicológica di con tu página.

No tengo todos los antecedentes a mano y no soy nadie para darte consejos. Pero así, viéndolo desde fuera, puedo captar un dolor inmenso que embarga tu alma.

¿Sabes tú cuál es el peor daño que nos hacen nuestros enemigos o nuestros adversarios? Al contrario de lo que algunos piensen NO ES aquel acto, acción, palabra, silencio, calumnia o traición puntual que han cometido, sino, lo peor es que con ese acto, además de destruirnos total o parcialmente NOS HACEN ESCLAVOS DE ELLOS. Seguramente te extrañarás, pero si te detienes a pensar y a releer tu escrito, estás más centrada en ellos que en la cuestión puntual que te hicieron.
Entonces, humildemente te aconsejo: ¡libérate de ellos! ¿Y cómo se hace? PERDONÁNDOLOS. Perdonar NO es volver a abrazarlos y a regalarles tu vida de nuevo. NO, DE NINGUNA MANERA. Perdonar es en primer lugar reconocer tu grandeza como mujer y como esposa. Es reconocer lo QUE TÚ VALES. Y si eres creyente podrías pensar en las palabras del Papa San León Magno (s. IV) «Reconoce, cristiano, tu dignidad». Y las palabras de Pablo: «Todo concurre para el bien de los que aman al Señor» (Rm. 8,28) San Agustín de Hipona agregará: «etiam pecatam» (incluso el pecado).

Desde el punto de vista de un no creyente es lo mismo: Si sabemos apreciar la vida, reconozcamos lo que somos, apreciémonos, NO NEGUEMOS A LOS OTROS, IGUAL ESTARÁN AHÍ AÚN CUANDO LOS NEGUEMOS. Se trata más bien de ACEPTARNOS NOSOTROS. DE RECONOCER QUE NOSOTROS NO HEMOS PUESTO LEGÍTIMOS LÍMITES. En Chile decimos: «La culpa no la tiene el chancho, la culpa la tiene el que le da el afrecho (forraje)».

Recuerda que el amor vence siempre. Si ustedes se aman como esposo, vuelvan a reencontrarse. Vuelvan a sonreírse y dejen que corra el agua del río que es el tiempo. Quédense con lo bueno y desechen lo malo.

Ojalá todo sirva para bien. Desde Chile con cariño. Un colega.

René Benavides R.

P.S. Mis abuelos eran catalanes, de la parte francesa: Rives. Algunos de mis antepasados eran de Ribes de Freser.
Y un favor: ¿Podrías enseñarme como hacer fichas bibliográficas como para reunir material con el objeto de comenzar un trabajo investigativo? Claro, aquí estamos sometidos a las normas de la APA. Te agradecería.

Respuesta de sarall | 9 noviembre, 2012 | 9:00

Buenos días René,
Tienes mucha razón sobre ser esclavos de ellos. Es sin lugar a dudas lo que más ha pesado y dolido ya que es una carga que se lleva de manera pesada sin desprenderse de ella.
En mi escrito había reproche sin lugar a dudas, además de decepción y angustia por algo que no llegué a comprender y que a día de hoy, se me sigue escapando. Pero el tiempo hace que ese dolor se mitigue y que deje de ser tan importante como para centrar mis pensamientos en ellos.

Muchas gracias por tus palabras, me servirá para bien sin lugar a dudas.

Un abrazo.

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