Este es un artículo escrito motivada por el segundo libro de “Cincuenta sombras de Grey”, en concreto, el libro titulado “Cincuenta sombras más oscuras” y a través de una conversación con una compañera de la universidad.

Muchas personas que decidan comprar esta trilogía movidas por la curiosidad de las prácticas sexuales entorno al BDSM, prácticas que ha hecho mención la autora como “hándicap” para la atracción a los/as lectores/as, puede llevar a la confusión y a la creación de un tabú y/o prohibición más grande.
El personaje Christian Grey, es descrito como una persona con diferentes trastornos a raíz de una infancia marcada por una familia desestructurada y muy vinculado al maltrato infantil que padeció. Un personaje descrito como tal y aunque su creadora y autora intenta matizar que las prácticas BDSM no son parafilias y siempre que se realice de forma consensuada y sin dañar a nadie es permisivo, puede llevar al lector a sentir más miedo ante la vinculación de un protagonista principal con diferentes psicopatologías descritas.

Investigando un poco sobre la legislación en diferentes países y las prácticas sexuales del BDSM, he podido comprobar que:

  • Desde el 1 de enero de 2009, Suecia eliminaba de su listado nacional de enfermedades CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) algunas de las conductas relacionadas con las prácticas BDSM.
  • En febrero del 2010, Noruega eliminó de sus listas de diagnósticos médicos el fetichismo y el sadomasoquismo (conceptos que se han relacionado con el BDSM).
  • El 12 de mayo de 2011, Finlandia eliminó completamente de su lista de enfermedades, el fetichismo y los diagnósticos SM.
  • El primer país que descatalogó dentro de las enfermedades mentales fue Dinamarca, en el año 1995.
  • Actualmente la OMS está realizando una revisión del CIE, esperando su publicación el 2015, pareciendo indicar que seguirá la misma tendencia de desligar las prácticas BDSM de su listado de enfermedades.
  • Actualmente el DSM está en pleno proceso de revisión y la versión V va a ser publicada en mayo de 2013. Los cambios en las enfermedades mentales relacionadas con el BDSM, el fetichismo, el cambio de género, van a ser significativos, porque la tendencia es a sostener que no son enfermedades mentales cuando no produzcan distres significativo, ni afecten la vida social, laboral o familiar de las personas.

Tal como se puede comprobar, las prácticas sexuales tales como el BDSM (ya mencioné anteriormente, que no hace mucho tiempo la homosexualidad era considerada una parafilia), serán descritas como prácticas sexuales dentro de la normalidad y sin ningún tipo de vínculo con las enfermedades mentales. Incluso, investigando aún más, la transexualidad (entre otros) son descritos dentro de enfermedades mentales en muchos de los libros de Psicología. Que actualmente estén dichos “manuales” en proceso de revisión para desvincular definitivamente la transexualidad y/o el BDSM con las enfermedades mentales, es un gran paso importante a dar para el diagnóstico en psicología clínica.

4 Respuestas para Prácticas sexuales y psicopatologías

Bitacoras.com | 4 agosto, 2012 | 17:37

Información Bitacoras.com…

Valora en Bitacoras.com: Este es un artículo escrito motivada por el segundo libro de “Cincuenta sombras de Grey”, en concreto, el libro titulado “Cincuenta sombras más oscuras” y a través de una conversación con una compañera de la universidad. Much…..

José Luis Vicente | 12 septiembre, 2012 | 19:50

Apoyo y comparto este artículo sobre el BDSM, pero ya que hablamos de estigmatizaciones o categorizaciones respecto del diagnostico y del DSM. ¿no te parece la vinculación de la autora de este libro – que por cierto no he leído- entre las prácticas del BDSM y su protagonista con posible maltrato infaltil, algo cuando menos perverso???

Desde mi punto de vista estas asociaciones mentales a nivel social es lo que hacen que el DSM no me guste. Opinión… recalco!!! mia y totalmente subjetiva.

Un saludo Sara…

Respuesta de sarall | 22 septiembre, 2012 | 11:22

La vinculación del BDSM con el maltrato infantil sin lugar a duda, puede llevar al error hacia muchas personas, prejuzgando a quienes lo practican con diferentes trastornos mentales derivados de «x» causa.
El tema del DSM considero que no deja de ser más que una guía, en que muchos psicólogos utilizan a pesar de las negativas hacia el libro y/o libros. Así mismo, considero que la estigmatización no deja de ser una palabra mal usada. El diagnóstico existe y eso no es cuestionable (aunque desgraciadamente se sigue cuestionando por diferentes disciplinas dentro de la propia psicología). El problema radica en la utilización del diagnóstico como un hecho negativo hacia el ser humano que ha sido diagnosticado. Se culpa a la psicología de ello y desde mi humilde opinión, creo que la psicología simplemente utiliza el diagnóstico para la psicoterapia posterior, no con el fin de etiquetar a las personas. Nuestra cultura es la que ha hecho y creado la estigmatización y eso no debería de llevarnos a considerar que el diagnóstico es erróneo (en su utilización).

Katherine Bracho | 2 mayo, 2013 | 3:25

Muy interesante, pero que puede decirse sobre el control en exceso del protagonista?, como se puede definir segun el CIE, o el DSM?

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